Lo metieron en el portaequipajes del auto junto a otras dos personas. Los cuerpos de los tres apenas cabían en el oscuro compartimiento y, mientras eran trasladados con destino desconocido, el calor del verano los sofocaba. Sentían las frenadas del vehículo, los posteriores arranques y los giros que éste realizaba. El auto se detuvo y segundos después alguien abrió el maletero. Sin mediar palabra, dos hombres los acicatearon con los caños de sus armas largas. Los tres salieron del vehículo y dieron unos pasos hasta un muro cercano. Más silencio. Algunos gestos entre los hombres armados. Luego, los disparos.
#noviembredecuento
No hay comentarios:
Publicar un comentario