Cierto día le dijeron que sus canciones habían inspirado a docenas de imitadores, o tributos, como ellos
preferían hacerse llamar. Investigando en la red, descubrió que había miles de
imitadores y centenares de bandas que tocaban covers suyos. Muchos se vestían
como él y usaban el pelo a su manera. Otros usaban samplers de su música o copiaban
melodías y arreglos. Su primer impulso fue contactarse con ellos para que
retiraran su música y videos. No obtuvo respuesta. Luego quiso demandarlos, sin
resultado alguno. Frustrado, cortó su cabello, cambió sus ropas, vendió su casa
y desapareció entre la gente común.
#noviembredecuento
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