La silueta del drakkar se recortó en la bruma de la mañana. Los hombres del norte descendieron del barco con sigilo. Lo único que se escuchaba era el tintineo del metal de sus armas y escudos mientras avanzaban. Sabían que el botín estaba cerca. Las leyendas de increíbles riquezas en los monasterios de Bretaña habían llegado hasta ellos a través de viajeros y aventureros. Aceleraron el paso. Con la primera señal del Jarl iniciaron el ataque. Los monjes rezaban en una de las capillas cuando las puertas se abrieron con estrépito y los guerreros nórdicos ingresaron a sangre y fuego.
#noviembredecuento
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