La mujer desesperada se acercó a la barra y preguntó por “Angela”. El barman y el dueño del lugar se miraron con preocupación. Era la señal. Caminaron aceleradamente hasta un muchacho rubio que estaba bebiendo en una de las mesas y comenzaron a golpearlo.
El hombre salió del baño y vio como arrastraban al muchacho hasta la salida. Un poco más allá, la mujer que había conocido a través de las redes sociales usando una foto que no era de él permanecía apoyada en la barra, sollozando. Caminó hacia la puerta del local. La esperaría afuera. Le haría pagar.
#noviembredecuento
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